En el reducido espacio que permitía la apertura de la puerta de las tumbas de los funcionarios hacia su interior, desde comienzos de la dinastía 18 se registraron adoraciones al sol asociadas a las figuras de sus propietarios. La escena, ubicada del lado izquierdo de ese primer pasaje, se iluminaba con la luz solar y estaba dedicada al sol naciente.

Después de Amarna, esa adoración se representó lingüística e iconográficamente en TT49 en bajo relieve pintado. Neferhotep y su esposa Merytra fueron retratados elevando sus manos en actitud cultual dirigiéndose hacia el este. Las columnas de jeroglíficos transcriben una plegaria dedicada a Ra cuando se levanta en el horizonte oriental del cielo y sus rayos iluminan lo creado dándole vida.

Las referencias al ritual de adoración son explicitas en el texto: “Tu rostro se alegra porque tú ves sus brazos dándote la adoración de sus corazones” (col. 4), expresión que el difunto reitera para renovar su propia vida, al afirmar: “Yo rindo honores a la belleza de tu majestad y brillo por tus rayos dorados que iluminan la entrada de mi tumba” (col. 5).

En la capilla de TT49, en la cara oriental del pilar dedicado a Ra-Harakhty, también se representó a la pareja en actitud cultual. La representación de Merytra detrás de su marido la muestra con un sistro en su mano, lo que evoca su papel como ritualista, acompañando a Neferhotep en la adoración.

El texto asociado a la figura de la mujer confirma su función en el rito matinal dedicado al sol naciente pues dice: “¡Salud a ti! (cuando) te elevas desde el Nun e iluminas las Dos Tierras, acompañando la salida (de la tumba) de la ‘señora de la casa’, la ‘favorita de Mut’, a quien Hathor ama, la ‘señora de Cusae’, la ‘cantante de Amón’, Merytra”.

Autora del texto: M. Violeta Pereyra

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